LA LIBERTAD PARA GENTE PRUDENTE

Imagen

En mi interior guardo siniestro rencor,

mi odio a la vista conquista a mi amor.

Admira la mentira que mi boca suspira,

tomad de aquí la verdad y volad.

Volad, clamad vuestra libertad.

No he de izar mi oscura bandera,

debiera yo conservarla segura.

Mis principios conservo en tus

participios ahora evocados:

«He amado, he llorado, he matado.»

MIS DERECHOS SON «TUYOS»

De qué sirve bramar las injusticias que no hacen esperar. Grito, transmito, me irrito.

Si alguien pudiese actuar, no me vienen ahora a recordar. Invalidan, olvidan, lapidan.

El mundo en tu contra y tú contra el mundo. Te fortaleces, creces, desfalleces.

Como citó el famoso escritor Francisco de Quevedo: » Donde hay poca justicia es un peligro tener razón. «

 

Música como ideología

Por qué no dedicarle una de mis entradas a esa persona que me llena cuando estoy vacía, que me saca una sonrisa en mis peores días. Sus famosas letras alimentan mi imaginación, me llenan de satisfacción. A día de hoy, desgraciadamente no he tenido la oportunidad de conocerla, no obstante afirmo y confirmo que hablo de ella como si fuese mi alma gemela.

Una contralto que con su modulación me penetra la razón sin mayor explicación que la de su sencillez y honradez, transferidas al mismo tiempo que las ondas de su mejor silencio entonado traspasan tus sentidos más precisos. En última instancia, recordar a todos aquellos que determinen sus gustos musicales por el físico de los cantantes una frase que se ajusta a esa tradición tan desagradable como retrógrada. Este proverbio fue pronunciado por Pascal Quiqnard y reza así: “El oído es el único sentido donde el ojo no ve. “

Adele Laurie Blue Adkins.