En mi interior guardo siniestro rencor,
mi odio a la vista conquista a mi amor.
Admira la mentira que mi boca suspira,
tomad de aquí la verdad y volad.
Volad, clamad vuestra libertad.
No he de izar mi oscura bandera,
debiera yo conservarla segura.
Mis principios conservo en tus
participios ahora evocados:
«He amado, he llorado, he matado.»